Un Dakar es un vertiginoso eufemismo de la vida. Un recorrido complejo, con dificultades y posibilidades, con compañías y con soledades, con dolores y con disfrutes, con logros y con tropiezos. Lo mejor de la vida es vivirla, involucrarse, saber entrar a cada una de sus etapas... y saber abandonarlas. Lo mejor del Dakar es el desafío personal de candarse hasta quedar exhausto, llenarse de tierra y barro, tener hambre, sed, sueño, calambres, ampollas y dolor en el cuerpo. Correr, correr y correr...
hasta donde tu fuerza dé y tu fe lo permita, saber seguir y también saber parar.
Correr en mi moto y escribir este libro surgen de una misma profunda y sincera motivación. Tal vez sea el compromiso que siento con mi pasión y con la gente que me acompaña. Sería un modo de devolver un poco de todo lo recibido. Por ello estaría feliz si mi trabajo (o mi relato acerca de él) pudiese inspirar o ayudar, de alguna manera, a alguien.
No te detengas. Ya sea en las caídas de la moto, en las derrotas, en los 'no puedo', en las tristezas, en los miedos, en los momentos complicados, siempre podemos encontrar un foco que nos conecte a la vida y a la victoria.
Invito a los lectores a acompañarme en esta carrera, a acelerar, a disfrutar y a gozar, a llenarse de tierra, a llorar, a sentir el viento en la cara, a ver si puedo ser tu copiloto por unos instantes para que seas parte de mi camino por siempre.
Pablo A. Busin